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¿Nunca te ha pasado que al salir de un festival o de una discoteca te pitan los oídos? Es algo muy molesto y el mejor indicador de que has tenido una sobreexposición al ruido. Detrás hay una problemática bastante gorda sobre la que todavía muchos no somos conscientes. Ese pitido puede no desaparecer nunca, o ser el preámbulo de una importante pérdida auditiva. Por eso, aunque parezca una contradicción, los verdaderos amantes de la música utilizan tapones para los oídos en los conciertos.
En España aún son pocas las personas que los usan y mucha gente los mira como a marcianos salidos de la nave Enterprise. Pero en Escandinavia, donde en algunos temas nos llevan años de ventaja y el amor por la música es el mejor antídoto contra la oscuridad y el frío de Invernalia, saben bien por qué lo hacen: si amas la música y quieres seguir emocionándote con cada nota, hay que protegerse. ¿Quién estaría tan loco de mirar al sol directamente? Con la música muy alta ocurre lo mismo.
Hoy en día existen protectores especiales para escuchar música. Dejan pasar todas las frecuencias acústicas por igual, pero bajan los decibelios que entran en los oídos. ¿El resultado? Una experiencia musical que sigue siendo increíble, pero mucho más segura. El sector de los tapones auditivos para conciertos se está desarrollando muchísimo. Incluso existen tapones para conciertos de última generación en los que tú decides los decibelios que quieres bajar. Es la manera mas responsable de disfrutar de tu pasión, seguir haciéndolo en el futuro, y no reventarte los tímpanos.
Historia de un acúfeno provocado por la música muy alta
Para Pau Vila la música es su vida. Literalmente. Es percusionista clásico y melómano. Realizó la carrera superior de percusión en España y posteriormente se marchó becado para estudiar un master como solista de percusión en The Royal College of Music en Estocolmo, una de las mejores escuelas de música de Suecia.
Lleva media vida yendo a festivales y aún recuerda el día que su padre le regaló unos protectores auditivos de obra para que no se le reventaran los oídos ensayando en aquel viejo garaje que reverberaba como una cajón flamenco a golpe de baqueta. Pero reconoce que por aquella época, tocando rock con sus colegas como si no hubiera un mañana y con la percepción inmortal de la adolescencia, no se los ponía siempre. Hasta que años más tarde, durante una prueba de sonido con su orquesta de verano, le apareció un suave pitido que le acompañó durante cinco años.
Dentro de lo malo, tuvo suerte. No fue a más. Tampoco desarrolló otros problemas auditivos, como el inicio de una sordera. Millones de jóvenes que acostumbran a escuchar la música muy alta padecen de acúfenos. En algunos casos, les acompañan de por vida. En otros, deriva en sordera. Para un músico quedarse sin audición es como amputarle parte del alma. Desde entonces, Pau se lleva sus tapones a cualquier concierto. Y desde entonces, trata de concienciar de lo importantes que son. Además, la música muy alta puede provocar irritación, falta de concentración, cansancio, malestar y pérdida progresiva de audición.
En los festivales, mucha gente aún mira a Pau con curiosidad al darse cuenta de que lleva tapones para conciertos. Cuando lo curioso es ver cómo todavía hay gente que se pone al lado de bafles de tres metros sin usar tapones. Está muy bien sentir la música por todo tu cuerpo al acercarte a un altavoz gigante, notar los graves en el pecho, pero hay que hacerlo con sentido común. Son altavoces que están diseñados para proyectar música a 300 metros.
Cuando Pau voló desde Valencia a Estocolmo dejó de ser el bicho raro para convertirse en la norma. Al entrar a su clase de master se sorprendió con la sensibilidad de los suecos con la salud auditiva. En su escuela, todo el mundo ensaya con tapones. Y cuando fue a su primer concierto, alucinó. En Suecia, Noruega, Dinamarca o Finlandia, es normal que cada uno se lleve de casa sus tapones para protegerse los oídos en los conciertos. Incluso en muchos festivales te los regalan con la entrada. Otras veces hay stands donde te los venden por 10 coronas (1 €). En España, aún no hemos roto esta barrera del sonido y estamos a años luz de los nórdicos.
Pau Vila, ensayando. Uno de los responsable de que este artículo viera la luz.
La OMS recomienda usar tapones para conciertos
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el nivel máximo de ruido al que una persona se puede exponer sin riesgo es a 85 decibelios (dB) durante un máximo de 8 horas al día. Teniendo en cuenta que el nivel de ruido que se produce en una discoteca o en concierto ronda los 100 dB, el tiempo de exposición sin riesgo sería de treinta minutos al día. En algunos grandes festivales y salas de fiestas el sonido en las zonas más próximas a los bafles suele ser bastante más alto, y la gente no está concienciada de las consecuencias que pueden acarrearles en el largo plazo sin estar protegidos.
La OMS realizó hace poco un estudio que consistía en someter a pruebas de audición a jóvenes antes y después de acudir a un concierto. Los resultados fueron contundentes: el 53,6% de los adolescentes afirmó que oían peor, y el 25% afirmó haber experimentado acúfenos o pitidos en los oídos. Desde entonces, la OMS recomienda acudir a grandes eventos con tapones o algún tipo de protección. La pérdida auditiva en jóvenes es un problema cada vez más serio en España. Y una de las razones es la música a volúmenes atronadores en las discotecas, festivales y conciertos.
¿La solución?….
Protegerse. No es broma. En España uno de cada cinco adolescentes tiene problemas para escuchar bien y en el mundo hay más de 1000 millones de jóvenes con peligro de padecer sordera por escuchar la música muy alta.
Los mejores tapones para conciertos
En Culturasonora estamos muy concienciados con el tema. Como profesionales del sonido y amantes de la música creemos que hay que empezar a sensibilizar a la gente sobre la importancia de disfrutar de un buen directo, pero con sentido común, ya que la pérdida auditiva es irreversible. Por eso, os hemos hecho una selección de las diferentes alternativas que tenéis para protegeros los oídos cuando vayáis a un concierto, festival o salgáis de marcha a una discoteca.
Las hay de todos los tipos y para todos los bolsillos. Unas son mejor que otras, pero todas ellas son mejor que no llevar nada. Eso sí: creemos que para ir a un festival o escuchar un buen bolo, lo mejor es usar tapones especiales para conciertos. Son protectores auditivos específicos para escuchar música. ¿La razón? No modifican la respuesta de frecuencias y solo bajan el volumen. Es como oír lo mismo, con la misma calidad sonora y detalles, pero a un volumen un poco más bajo. No obstante, hay diferentes alternativas. ¿Empezamos?
Protectores auditivos con filtro acústico
Para nosotros, una de las mejores opciones en relación calidad-precio. Se trata de unos protectores especialmente fabricados para conciertos. Son pequeños y transparentes, por lo que apenas se nota que los llevas puestos. Lo interesante es que son capaces de amortiguar la música fuerte mientras conserva todo el espectro y calidad del sonido. Es como escuchar lo mismo, con idénticos detalles sonoros, pero a un volumen más bajo. Suelen ser hipoalergénicos, fáciles de poner y muy pequeños. Por lo general vienen junto con un pequeño estuche-llavero para que te los lleves a cualquier lado. Los Alpine son baratos, tienen buena calidad y ofrecen buenas prestaciones.
Protectores auditivos a medida
Son tapones acústicos hechos a medida, un tipo de protección para los oídos premoldeada. Un profesional te hace un molde del pabellón auditivo. Luego se fabrican los protectores auditivos con esas medidas, por lo que que se ajustan a la perfección al pabellón auditivo y apenas se ven desde fuera. Muchos llevan una ruedecita para ajustar los decibelios que quieres atenuar. Otros, llevan una serie de filtros que sirven para quitar un número determinado de decibelios. Lo que hacen es atenúar los decibelios pero proporcionando las mismas frecuencias de graves, medios y agudos. Es la opción más profesional, pero se te pueden ir de presupuesto. Algunos rondan los 100 €. A nosotros nos han gustado mucho los modelos Music ER de GAES.
Protectores auditivos electrónicos
Son protectores auditivos de última generación. El sistema electrónico se activa cuando el sonido sobrepasa los niveles de seguridad. También lo puedes activar tú de manera natural, y es capaz de amplificar los sonidos más suaves. Es una excelente opción, pero no son baratos. El modelo MUSIC PRO TM de GAES tiene muy buena pinta.
Kit para conciertos
Este kit nos ha gustado mucho. Viene con diferentes de tapones. Incorpora además un estuche que es perfecto para llevártelo de festivales y que lo puedes utilizar como llavero. Es barato, práctico y muy cómodo.
Tapones de espuma
Son tapones fabricados en espuma que se ajustan al oído y se sellan delicadamente una vez te los has puesto. Son los más baratos pero también los que más polémica generan entre los entendidos. ¿La razón? Muchos dicen que actúan bien contra los sonidos agudos, pero que sin embargo, dejan pasar los graves. Es una faena porque las frecuencias graves son las que más placer nos dan a nivel acústico, pero también las que más deterioran la audición. No obstante, si no tienes nada mejor a mano, es mucho mejor llevarlos puestos que ir a pelo. Tras rastrear por la red , nos han gustado mucho estos tapones de la marca 3M por sus buenas críticas. Según los usuarios, son unos de los mejores tapones de espuma que hay en el mercado. Son hipoalergénicos y ajustan muy bien al oído. Los que los han usado aseguran que aíslan mejor que otros tapones de espuma. No pesan nada y son perfectos para llevar a conciertos. Además, su precio es bastante asequible.
Tapones de cera o silicona
Son baratos. Desde nuestro punto de vista, si están bien colocados y hacen vacío, aíslan mucho mejor que los de espuma. Sin embargo, la experiencia sonora que tendrás en el concierto dejará mucho que desear. No obstante, si no tienes nada mejor a mano, es mucho mejor llevarlos puestos que ir a pelo.